La Voz Noticias La Voz Noticias: Mantente al día con las últimas noticias de política, economía, deportes y más.
Related Articles
El derrumbe de China Evergrande, que se vio forzado a la liquidación, ha pasado de ser una crisis empresarial a convertirse en el síntoma más evidente de una profunda desaceleración económica en China. La caída de la que alguna vez fue la promotora inmobiliaria más grande del país revela cómo un modelo de crecimiento agresivo y apalancado ha chocado de frente con la realidad, arrastrando consigo a uno de los principales motores de la economía nacional.
El efecto dominó de un gigante en bancarrota
El sector inmobiliario chino no es un actor secundario: en su apogeo, llegó a representar cerca del 25% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. La crisis de liquidez de Evergrande, impulsada por las regulaciones del gobierno que buscaban controlar el endeudamiento excesivo, desató un efecto dominó que paralizó proyectos de construcción, redujo la confianza de los consumidores y provocó una caída sostenida en los precios de las viviendas. Esto no solo afectó a Evergrande, sino que arrastró a otras grandes promotoras como Country Garden a una situación de impago similar.
La gran transición económica: De la construcción al consumo
El gobierno chino, consciente del riesgo de una burbuja, está intentando dirigir la economía hacia un modelo más sostenible, donde el consumo interno y la innovación tecnológica reemplacen la inversión en infraestructuras y la construcción. Sin embargo, esta transición está siendo dolorosa. La pérdida de confianza en el sector inmobiliario ha llevado a los ciudadanos a ahorrar en lugar de gastar, lo que frena el crecimiento. Para contrarrestarlo, Beijing ha lanzado una serie de medidas de rescate, como el financiamiento para terminar edificios inacabados a través de un mecanismo de «lista blanca» y la compra de viviendas no vendidas por parte de empresas estatales, pero la recuperación es lenta y la desconfianza persiste. El colapso de Evergrande, por lo tanto, no es solo el fin de una empresa, sino el preludio de un nuevo y más incierto capítulo para la economía china.
