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La Casa Blanca ha reafirmado su postura con respecto a Nicolás Maduro, acusándolo de liderar un «cartel narcoterrorista». Esta acusación se produce en medio de un incremento en la presencia militar estadounidense en el Caribe, una medida que, según Washington, tiene como objetivo combatir el narcotráfico.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, declaró en una conferencia de prensa que el régimen de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela, sino un cártel del narcotráfico. Afirmó que Maduro ha sido acusado en Estados Unidos por tráfico de drogas. Leavitt también destacó el apoyo de varios países latinoamericanos a la iniciativa militar estadounidense. Según la Casa Blanca, estas naciones ven con buenos ojos los esfuerzos antidrogas de la administración Trump.
Marco Rubio, secretario de Estado, señaló que países como Argentina, Paraguay, Ecuador, Guyana y Trinidad y Tobago han expresado su disposición a colaborar con Estados Unidos en acciones conjuntas contra el narcotráfico. Sin embargo, la posibilidad de que este despliegue militar desemboque en ataques contra instalaciones militares venezolanas no fue descartada ni confirmada por Leavitt, quien se limitó a decir que no se adelantaría a ninguna acción militar que pudiera tomar el presidente Trump.
El despliegue militar estadounidense incluye más de 4.000 efectivos, entre ellos 2.000 marines, además de aviones, barcos y lanzamisiles. Este contingente tiene la misión de patrullar las aguas cercanas a Venezuela y el Caribe, buscando interceptar a los carteles del narcotráfico. Entre los buques desplegados se encuentran destructores como el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson, buques de transporte anfibio como el USS Iwo Jima, el USS San Antonio y el USS Fort Lauderdale, el crucero lanzamisiles USS Lake Erie y el submarino de propulsión nuclear USS Newport News.
La administración Trump justifica este operativo como parte de sus esfuerzos para combatir al Cartel de los Soles, una organización criminal compuesta por militares venezolanos, designada por Estados Unidos como grupo terrorista. Sin embargo, algunos expertos sostienen que esta organización opera de manera desestructurada.
En respuesta al despliegue estadounidense, el régimen venezolano inició patrullajes intensivos con drones y buques de la Armada Nacional Bolivariana en aguas territoriales del Caribe. Vladimir Padrino López, ministro de Defensa venezolano, informó que el despliegue incluye recorridos fluviales con infantería de Marina, patrullas navales en el lago de Maracaibo y el golfo de Venezuela, así como buques de mayor porte en aguas territoriales venezolanas.
Esta medida se suma al traslado de 15.000 efectivos militares a la frontera con Colombia, como parte de la ‘Operación Relámpago del Catatumbo’, un operativo antidrogas que incluye el despliegue de tropas, helicópteros, sistemas de escucha, inteligencia y plataformas de exploración. El régimen de Maduro argumenta que este refuerzo militar responde a una “escalada de acciones hostiles” por parte de Estados Unidos.
Mientras tanto, la oposición venezolana se ha pronunciado sobre la situación. María Corina Machado publicó un video en el que habla sobre el futuro de Venezuela en medio de la operación estadounidense en el Caribe, afirmando que «la transición ya empezó». Por otro lado, la ONG Provea advirtió que el despliegue fronterizo por parte del régimen de Maduro podría abrir las puertas a nuevos abusos contra los derechos humanos.
