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En una declaración a medios internacionales en Beijing, al margen de una cumbre de alto nivel, el presidente Putin lanzó un desafío directo a Zelensky, instándolo a «viajar a Moscú si está listo» para la paz. La invitación, que fue interpretada como un gesto de dominación política, contradice las reiteradas solicitudes de Ucrania de un encuentro en un país neutral. La diplomacia ucraniana ha insistido en que una reunión entre ambos líderes solo puede ocurrir en un territorio ajeno al conflicto, una condición que Rusia ha rechazado consistentemente. La propuesta de Putin ignora las ofertas de mediación de al menos siete países que se han postulado como anfitriones de un posible encuentro.
Kiev Califica la Propuesta de «Inaceptable» y «Sin Sentido»
La respuesta de Kiev no se hizo esperar. Fuentes del gobierno ucraniano calificaron la invitación de «inaceptable» y «sin sentido», argumentando que las negociaciones no pueden darse bajo un ultimátum. El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania ha reafirmado que cualquier conversación debe basarse en el respeto a la soberanía del país y la retirada de las tropas rusas de su territorio. Asimismo, la propuesta de Moscú se produce en un contexto de constantes bombardeos sobre ciudades ucranianas, lo que, según los analistas, hace que cualquier intento de diálogo directo sea extremadamente complicado.
El Argumento de la Legitimidad Presidencial
La invitación de Putin a Zelensky cobra una dimensión más compleja debido a que el líder ruso ha comenzado a cuestionar la legitimidad de su homólogo ucraniano. Según los argumentos de Moscú, el mandato de Zelensky ha expirado, lo que invalidaría su capacidad para firmar acuerdos vinculantes. Este punto de vista es rechazado por la comunidad internacional, que considera a Zelensky como el líder democráticamente elegido de Ucrania. La insistencia de Putin en este punto es vista por muchos como una táctica para debilitar la posición de Zelensky y deslegitimar cualquier futuro acuerdo que no beneficie a los intereses del Kremlin.
