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El mercado laboral estadounidense inició 2025 con resultados dispares, al registrar una modesta creación de 143.000 nuevos empleos en enero, por debajo de las expectativas de los analistas, mientras que la tasa de desempleo mejoró al ubicarse en 4%, según el último informe del Departamento de Trabajo.
Los datos, que marcan el primer reporte laboral bajo la segunda presidencia de Donald Trump, revelan un panorama complejo. Si bien la cifra de nuevos empleos quedó por debajo de los 170.000 puestos previstos por los economistas, las revisiones al alza de los meses anteriores compensaron parcialmente esta desaceleración, con 100.000 empleos adicionales entre noviembre y diciembre.
El sector salud lideró la creación de empleo con 44.000 nuevos puestos, aunque por debajo del promedio de 57.000 registrado en 2024. Le siguieron el comercio minorista con 34.000 contrataciones y el sector público con 32.000 empleos adicionales. En contraste, la minería perdió 8.000 puestos.
Los salarios mostraron un incremento significativo, con un aumento del 0,5% mensual y del 4,1% anual, superando las expectativas. Este dato podría preocupar a la Reserva Federal, que busca controlar la inflación.
El panorama futuro presenta varios desafíos. La reciente orden de Trump de congelar las contrataciones federales y su amenaza de iniciar una guerra comercial generan inquietud entre los economistas. El presidente ya impuso aranceles del 10% a las importaciones chinas y podría extender medidas similares a Canadá, México y la Unión Europea.
El mercado laboral ya muestra signos de enfriamiento respecto al período 2021-2023. En 2024, la economía generó 2,2 millones de empleos, una cifra considerablemente menor a los 3 millones de 2023 y los 4,5 millones de 2022. Las ofertas de trabajo también han disminuido, pasando de 12,2 millones en marzo de 2022 a 7,6 millones en diciembre de 2024.
Esta desaceleración ha impactado en la confianza de los trabajadores: las renuncias voluntarias han caído a 3,2 millones, por debajo de los niveles prepandemia. Sin embargo, los despidos se mantienen bajos, creando un mercado laboral dual donde los empleados actuales gozan de estabilidad mientras los buscadores de empleo enfrentan mayores dificultades.
