En un emocionante giro de los acontecimientos, los trabajos de mejoramiento en el pintoresco Barrio Chino de San Felipe, Panamá, han desenterrado un fascinante tesoro histórico. Un imponente cañón del siglo XVII, con un peso estimado entre 2 y 3 toneladas, ha sido descubierto durante las obras de renovación urbana.
Este hallazgo no solo enriquece el patrimonio cultural de Panamá, sino que también arroja luz sobre la rica historia defensiva de la ciudad. Roxana Pinto, arqueóloga del Ministerio de Cultura (MiCultura), explica que este tipo de cañón, conocido como «pedrero», jugaba un papel crucial en la protección de las ciudades contra los temidos ataques piratas.
El consorcio encargado del proyecto ha demostrado un encomiable compromiso con la preservación histórica. Siguiendo los términos del contrato, la empresa asumirá la responsabilidad de los procesos de conservación y restauración del cañón, garantizando que esta pieza única sea preservada para las generaciones futuras.
Una vez completados estos procesos, el cañón encontrará un nuevo hogar en la Dirección de Patrimonio, donde se convertirá en una pieza central de futuras exhibiciones. Este movimiento promete brindar a los panameños y visitantes internacionales una ventana fascinante al pasado colonial de la nación.
El descubrimiento del cañón no es un hecho aislado. Durante las primeras etapas del proyecto, se encontraron rieles de ferrocarril, que serán preservados bajo la nueva calle adoquinada. Estos hallazgos subrayan la riqueza arqueológica de San Felipe y sugieren la posibilidad de más descubrimientos emocionantes a medida que avanzan las obras.
Este evento no solo destaca la importancia de la preservación histórica en proyectos de desarrollo urbano, sino que también demuestra cómo la modernización y la conservación del patrimonio pueden ir de la mano, enriqueciendo la identidad cultural de Panamá.