La madrugada de este viernes, Israel lanzó una serie de ataques aéreos masivos sobre Beirut y otras zonas del LÃbano, con el objetivo de destruir la infraestructura financiera de Hezbolá. Esta operación militar es una respuesta directa a los recientes ataques con cohetes lanzados desde el LÃbano hacia el norte de Israel, en un contexto de creciente tensión entre ambas partes.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, confirmó la ofensiva, señalando que fue un golpe importante contra las fuentes de financiamiento del grupo terrorista respaldado por Irán. Los informes preliminares indican que 15 edificios fueron alcanzados, lo que causó graves daños en las instalaciones vinculadas a Hezbolá. A pesar de la destrucción, las fuerzas israelÃes emitieron advertencias de evacuación a los residentes de los edificios antes del ataque, como una medida para evitar vÃctimas civiles.
Katz afirmó que Hezbolá ha «pagado y seguirá pagando un alto precio» por sus acciones militares contra Israel. En sus declaraciones, fue contundente al señalar que el objetivo de Israel es debilitar y colapsar la capacidad operativa del grupo.
«Seguiremos atacando al representante iranà hasta que colapse», indicó Katz, reiterando el compromiso del gobierno israelà en desmantelar la influencia de Irán en la región.
Contexto del conflicto
Este ataque ocurre en un momento de alta tensión, tras varias semanas de enfrentamientos esporádicos entre Israel y Hezbolá. Los lanzamientos de cohetes desde el LÃbano hacia Israel han aumentado en frecuencia, lo que ha provocado una escalada en la respuesta militar israelÃ. Hezbolá, considerado un aliado clave de Irán en Oriente Medio, ha sido un actor central en la resistencia contra Israel, y su capacidad financiera ha sido uno de los principales blancos en este conflicto.
La ofensiva israelà no solo busca neutralizar las amenazas inmediatas, sino también enviar un mensaje a Irán, quien financia y apoya a Hezbolá como su fuerza proxy en la región.
Consecuencias humanitarias y diplomáticas
A pesar de las advertencias de evacuación, los bombardeos generaron temor y desplazamiento entre los residentes de Beirut, una ciudad que ha vivido múltiples conflictos en las últimas décadas. La destrucción de infraestructuras civiles es motivo de preocupación para la comunidad internacional, que sigue buscando una solución diplomática a las crecientes tensiones en la región.
El conflicto entre Israel y Hezbolá amenaza con desestabilizar aún más el LÃbano, que ya enfrenta una crisis económica y polÃtica. Mientras los ataques continúan, las expectativas de una solución pacÃfica se ven cada vez más lejanas, y el riesgo de un conflicto regional más amplio sigue creciendo.
Israel Katz reiteró que las operaciones contra Hezbolá continuarán hasta que el grupo colapse, dejando en claro que Israel no dará tregua en esta ofensiva militar.