Donald Trump inició su segundo mandato con medidas drásticas contra la inmigración, al ordenar la suspensión total del programa de refugiados y autorizar el despliegue de más tropas en la frontera con México.
Suspensión total del programa de refugiados
El presidente firmó un decreto que paraliza por al menos 90 días, a partir del 27 de enero, todas las llegadas de refugiados a Estados Unidos, incluso para aquellos que ya tenían el asilo aprobado. Según documentos obtenidos por AFP, el Departamento de Estado ha cancelado todos los viajes programados y ha suspendido la tramitación de nuevos expedientes.
La medida afecta a miles de solicitantes de asilo en todo el mundo, aunque mantiene excepciones para:
- Refugiados ya establecidos en territorio estadounidense
- Beneficiarios del programa especial de visados para afganos que colaboraron con EE.UU.
Más militares en la frontera sur
Simultáneamente, Trump ordenó el despliegue de 1.500 nuevos efectivos militares en la frontera con México, que se sumarán a las fuerzas ya existentes:
- 2.200 militares en activo
- 4.500 reservistas de la Guardia Nacional de Texas
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, destacó que esta acción cumple una promesa de campaña clave: «El pueblo estadounidense estaba esperando que el Departamento de Defensa tome en serio la seguridad nacional».
Los nuevos efectivos se centrarán en tareas de apoyo logístico y administrativo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, incluyendo mantenimiento de vehículos y procesamiento de datos.
Estas medidas marcan un giro radical en la política migratoria estadounidense durante los primeros días del segundo mandato de Trump, señalando una postura más restrictiva hacia la inmigración y el asilo.