El presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró este jueves que está dispuesto a apoyar un alto el fuego de 30 días en Ucrania, una propuesta impulsada por Estados Unidos. Sin embargo, dejó claro que cualquier acuerdo debe incluir condiciones específicas impuestas por Moscú.
Rusia acepta la tregua, pero con garantías
Durante una conferencia de prensa en Moscú, Putin afirmó que la idea de una tregua es válida, pero subrayó la necesidad de discutir los términos con sus aliados y con Washington.
«Estamos de acuerdo con las propuestas para detener los combates, pero partimos de la suposición de que el alto el fuego debe conducir a una paz duradera y eliminar las causas raíz de la crisis», expresó el mandatario ruso.
Uno de los puntos clave para el Kremlin es la implementación de un mecanismo de control que garantice el cumplimiento del cese de hostilidades. Putin advirtió que Ucrania podría utilizar la tregua para reorganizar sus tropas y recibir más armamento de sus aliados occidentales, lo que representaría un riesgo para Rusia.
Además, el Kremlin ha dejado claro que no permitirá la presencia de observadores de la OTAN en el proceso de supervisión del alto el fuego, argumentando que esto podría derivar en actos de espionaje a favor de Kiev.
El contexto militar y el papel de Estados Unidos
Putin señaló que Washington ha convencido a Kiev de aceptar la tregua, aunque sugirió que la decisión ucraniana responde a la situación en el campo de batalla. En particular, mencionó los recientes combates en la región rusa de Kursk, donde las fuerzas ucranianas podrían quedar cercadas en los próximos días.
«En estas condiciones, creo que sería bueno para el lado ucraniano asegurar un alto el fuego por al menos 30 días», declaró Putin, cuestionando cómo deberían actuar las tropas rusas ante la presencia de soldados ucranianos en la zona.
El líder ruso también agradeció el papel de Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, en los esfuerzos por alcanzar una solución diplomática. Además, reconoció la participación de los líderes de China, India, Brasil y Sudáfrica en las negociaciones para frenar los combates y evitar más pérdidas humanas.
Preocupaciones dentro del Kremlin
A pesar del interés de Moscú en una tregua, altos funcionarios rusos han expresado su escepticismo sobre los beneficios de una pausa en los combates. Un alto cargo del Kremlin advirtió que un cese de hostilidades daría tiempo a Ucrania para reabastecer sus fuerzas, recibir más armamento occidental y fortalecer sus posiciones en el frente.
El anuncio de Putin también se produce en un momento de intensos combates en Kursk, una zona clave que Rusia ha intentado recuperar desde agosto del año pasado. Después de siete meses de enfrentamientos, Moscú asegura haber logrado avances significativos en la región.
Desafíos para la supervisión del alto el fuego
Putin destacó la dificultad de garantizar el cumplimiento de la tregua en un frente de 2.000 kilómetros de extensión, cuestionando cómo se podría evitar que las partes aprovechen la pausa para fortalecer sus posiciones.
El Kremlin, que hasta ahora ha rechazado la posibilidad de detener las operaciones militares en Ucrania, muestra por primera vez disposición a negociar una tregua. Sin embargo, las condiciones impuestas por Rusia aún deben ser debatidas en futuras negociaciones.
El éxito de esta propuesta dependerá de las concesiones que ambas partes estén dispuestas a hacer y de si las potencias involucradas pueden garantizar un acuerdo que no beneficie solo a una de las partes en conflicto.