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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmará este jueves una orden ejecutiva que inicia el proceso para cerrar el Departamento de Educación, cumpliendo así con una de sus principales promesas de campaña, según confirmó un funcionario de la Casa Blanca bajo condición de anonimato.
Un objetivo conservador de larga data
La orden instruirá a la secretaria Linda McMahon a «tomar todas las medidas necesarias para facilitar el cierre» de la agencia y «devolver la autoridad educativa a los estados», según detalla un documento informativo de la Casa Blanca. Esta iniciativa representa un avance significativo en el desmantelamiento de una institución que ha sido durante décadas un objetivo de los sectores conservadores.
Trump ha criticado repetidamente al Departamento de Educación, calificándolo como «derrochador» y «contaminado por la ideología progresista», e incluso lo ha descrito como un «semillero de radicales, fanáticos y marxistas».
Obstáculos legislativos y administrativos
Aunque la administración Trump ya ha iniciado el desmantelamiento de la agencia mediante despidos y recortes, eliminar completamente el departamento creado en 1979 requeriría probablemente una ley del Congreso.
El gobierno ya está trabajando para reducir a la mitad la fuerza laboral del departamento y disminuir el tamaño de oficinas clave como la de Derechos Civiles y el Instituto de Ciencias de la Educación, responsable de recopilar datos sobre el progreso académico nacional.
Preocupación por los programas existentes
La Casa Blanca no ha explicado formalmente qué funciones podrían transferirse a otros departamentos o eliminarse por completo. Durante su audiencia de confirmación, McMahon prometió preservar iniciativas básicas como los fondos del Título I para escuelas de bajos ingresos y las becas Pell para estudiantes universitarios con necesidades económicas.
El departamento actualmente gestiona miles de millones de dólares en programas educativos y supervisa 1,6 billones de dólares en préstamos federales a estudiantes, representando aproximadamente el 14% de los presupuestos de las escuelas públicas.
Reacciones y críticas
Los defensores de la educación pública han expresado su preocupación por las consecuencias de eliminar la agencia. «Esto no es arreglar la educación. Es asegurarse de que millones de niños nunca tengan una oportunidad justa. Y no vamos a dejar que eso ocurra sin luchar», declaró la Unión Nacional de Padres en un comunicado.
Incluso dentro de las filas republicanas existen dudas sobre la viabilidad de esta medida. En 2023, cuando la Cámara de Representantes consideró una enmienda para cerrar la agencia, 60 republicanos se unieron a los demócratas para oponerse.
Durante el primer mandato de Trump, los intentos de la entonces secretaria Betsy DeVos para reducir drásticamente el presupuesto de la agencia fueron rechazados con el apoyo de algunos legisladores republicanos.
