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Un trágico incidente ha sacudido la Franja de Gaza con el ataque a la única iglesia católica en la región, la Iglesia de la Sagrada Familia. El bombardeo, ocurrido el jueves, dejó al menos dos personas fallecidas y seis heridas, entre ellas el párroco argentino Gabriel Romanelli.
El Patriarcado Latino de Jerusalén confirmó el ataque, detallando que la iglesia, ubicada en el norte de Gaza, sufrió daños estructurales significativos. Inicialmente, se informó de varios heridos, incluyendo al padre Romanelli, pero posteriormente se confirmó la muerte de un hombre y una mujer. «Rezamos por el descanso de sus almas y por el fin de esta guerra salvaje. Nada puede justificar los ataques contra civiles inocentes», declaró el Patriarcado.
Según informes de la agencia EFE, la cifra de fallecidos podría ascender a cuatro, con un total de siete heridos. Una de las víctimas fatales fue identificada como Saad Salama, un cristiano palestino.
El ataque ha generado una ola de condena internacional. El Papa León XIV expresó su profunda tristeza y renovó su llamado a un cese del fuego inmediato en la Franja de Gaza. En un telegrama, el pontífice aseguró al padre Romanelli su cercanía espiritual y oraciones para la comunidad parroquial afectada.
La Santa Sede reafirmó su esperanza de una paz duradera basada en el diálogo y la reconciliación, pidiendo respeto por la vida de los civiles y los lugares de culto. La iglesia, que albergaba a unos 500 cristianos desplazados que buscaban refugio tras perder sus hogares, también acogía a familias musulmanas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) emitieron un comunicado indicando que están analizando las circunstancias del incidente. «Las FDI están al tanto de los informes relativos a los daños causados a la Iglesia de la Sagrada Familia en la ciudad de Gaza y las víctimas en el lugar. Se están examinando las circunstancias del incidente«, señalaron. Tel Aviv aseguró que «nunca ataca» sitios religiosos y lamentó cualquier daño causado a civiles o estructuras civiles, incluyendo lugares religiosos.
El ministerio de Relaciones Exteriores israelí reiteró que el país «nunca ataca iglesias ni lugares religiosos» y que han iniciado una investigación para esclarecer los hechos. Los resultados de la investigación se publicarán de forma transparente una vez concluidos.
El ataque ocurrió en una zona cercana al hospital Al-Ahli, al norte de la ciudad, donde fueron trasladados varios de los heridos. Entre los lesionados se encuentran un niño con discapacidad, dos mujeres y una persona mayor. Al menos dos de los heridos se encuentran en estado crítico.
Cáritas Jerusalén confirmó que el ataque ocurrió alrededor de las 10:10 de la mañana, cuando un tanque israelí disparó contra la parroquia latina de la Sagrada Familia. Metralla y escombros cayeron sobre el patio de la iglesia, hiriendo a varias personas. Anton Asfar, director de Cáritas Jerusalén, explicó que la parroquia acoge a unos 500 cristianos desplazados que lo han perdido todo a causa de la guerra. La organización hizo un llamado a todas las partes a respetar los lugares de culto y los refugios humanitarios.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, responsabilizó a Israel por el bombardeo, calificando los ataques contra la población civil como inaceptables. Medios árabes como Al Jazeera reportaron que el ataque dejó siete personas heridas.
Durante el año 2024, según datos del Ministerio de Asuntos Religiosos de la Autoridad Nacional Palestina, el ejército israelí ha destruido completamente al menos 815 mezquitas en la Franja. La Iglesia de la Sagrada Familia representaba un espacio simbólico y funcional de acogida para personas de diversas religiones en medio del conflicto.
