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Gabriel Santiago Fernández, conocido como Baby, fue una de las grandes promesas del FC Barcelona, compartiendo vestuario con Lionel Messi en La Masía. Sin embargo, a pesar de su talento y las oportunidades que se le presentaron, su carrera no despegó como muchos esperaban. En una entrevista, Baby reflexionó sobre su trayectoria, recordando su época dorada en las categorías inferiores del Barça y los momentos que compartió con Messi.
«Si soy sincero, fue ‘la Quinta del Baby’, no ‘la Quinta de Messi», afirma Gabriel, recordando con orgullo su papel como máximo goleador de la cantera azulgrana durante ocho años. Sin embargo, reconoce con autocrítica que no supo aprovechar las oportunidades que se le presentaron: «Me dieron muchas oportunidades. En la vida dicen que te pasa un tren, pues a mí me han pasado 10 o 12 y no me he subido a ninguno».
Baby recuerda con cariño su relación con Messi, con quien compartía vestuario, habitación y viajes. «Leo y yo siempre hemos estado juntos… En La Masía, en el vestuario, en la habitación, en el autobús… Éramos los dos», relata. Incluso, cuenta la anécdota de cuando invitó a Messi a su boda, y el astro argentino hizo todo lo posible por asistir, demostrando la gran amistad que los unía.
Sin embargo, la carrera de Baby tomó un rumbo diferente al esperado. A pesar de que el club le ofreció un contrato de ocho años, él decidió rechazarlo, lo que marcó el inicio de su declive. «Del Barcelona me fui yo. Lo estaba jugando todo y hay un momento en que cambia la directiva… y empieza a jugar Oriol Riera. Yo no lo entendía», explica.
Tras su salida del Barça, Baby pasó por varios equipos de categorías inferiores, incluyendo el Figueres, el Gavá, el Córdoba y el Almería. Incluso, estuvo a punto de fichar por el Mallorca, pero una grave lesión lo impidió. «Con el Mallorca hago un contrato bueno… pero lo firman mis representantes y yo no, para firmarlo más tarde. Quedando una semana me voy a jugar con mis primos y me rompo la tibia, y claro, como no había firmado… lo pierdo todo», lamenta.
Hoy en día, Baby recuerda su paso por La Masía como una etapa de oportunidades y aprendizajes, aunque también de decisiones que marcaron su destino. A pesar de no haber alcanzado la fama y el éxito que se le auguraban, se muestra agradecido por lo que ha vivido y valora la familia que ha formado. «No me arrepiento. La vida da muchas vueltas y el fútbol está muy difícil, y gracias a eso estoy con mi mujer y tengo tres hijos», concluye.
A pesar de no haber llegado a ser la estrella que prometía, la historia de Baby sirve como ejemplo de que el talento no lo es todo en el fútbol, y que las decisiones que se toman a lo largo de la carrera pueden marcar la diferencia. Su paso por el Barcelona y su amistad con Messi quedarán como un recuerdo imborrable en su memoria.
