La Asamblea General de la ONU fue escenario de un momento tenso cuando delegados de múltiples países decidieron abandonar la sala justo antes del discurso del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Este gesto de protesta marcó el inicio de una sesión centrada en la situación en Medio Oriente y la estrategia de Israel frente a Hamas.
Netanyahu aprovechó su tiempo ante la Asamblea para abordar la ofensiva en Gaza y defender la postura de su gobierno. Rememoró los ataques del 7 de octubre como un factor clave en la política de seguridad israelí y en la forma en que la comunidad internacional percibe al grupo palestino Hamas. Para reforzar su mensaje, el primer ministro utilizó mapas y carteles, buscando ilustrar la dimensión del conflicto y plantear interrogantes directas a los representantes presentes.
En un punto central de su discurso, Netanyahu enfatizó que Israel no reconocerá un Estado palestino. Calificó la idea como una “locura” y un “suicidio nacional”, argumentando que hacerlo sería recompensar a los “fanáticos” que apoyaron los ataques del 7 de octubre. Sus declaraciones contrastan con el reciente reconocimiento de Palestina como Estado por parte de varios países occidentales, como Reino Unido, Canadá y Australia. El primer ministro también arremetió contra la Autoridad Palestina, acusándola de ser una institución “corrupta hasta la médula”.
Netanyahu dirigió parte de su discurso directamente a los líderes de Hamas y a aquellos que mantienen cautivos a rehenes israelíes, afirmando que su mensaje estaba siendo transmitido en vivo a teléfonos móviles en Gaza. Les instó a deponer las armas y liberar a los rehenes. En referencia a la reciente campaña militar en Gaza, Netanyahu proclamó una victoria importante para Israel, aunque reconoció que la tarea no está terminada y que los “restos de Hamas” deben ser eliminados lo más rápido posible.
También se dirigió a los rehenes israelíes, asegurándoles que el pueblo de Israel está con ellos y que no descansarán hasta que todos sean liberados. Lanzó un ultimátum al liderazgo de Hamas: liberar a los rehenes o enfrentar las consecuencias.
Frente a las críticas sobre la ofensiva en Gaza y las acusaciones de ataques a civiles, Netanyahu defendió las acciones de Israel, afirmando que se toman más medidas para minimizar las bajas civiles que cualquier otro ejército en la historia. Mencionó el uso de folletos y llamadas telefónicas para evacuar la ciudad antes del avance militar y acusó a Hamas de utilizar a civiles como “escudos humanos”.
El discurso de Netanyahu en la ONU, marcado por la controversia y las firmes declaraciones sobre la no creación de un estado Palestino, deja en claro la postura de Israel en un conflicto que continúa generando tensiones a nivel internacional.