El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, aprovechó su intervención en la 79ª Asamblea General de la ONU para lanzar un llamado de auxilio a la comunidad internacional ante la crisis migratoria que azota al país, especialmente en la región del Darién.
En un discurso contundente, Mulino describió la tragedia humanitaria que se vive diariamente en la selva del Darién, convertida en un corredor migratorio hacia Estados Unidos. El mandatario destacó la presencia de grupos criminales que explotan a los migrantes y el grave impacto ambiental en esta reserva natural.
«Panamá no cuenta con los recursos para atender esta problemática, ya que es un tema global», afirmó Mulino, instando a la comunidad internacional a asumir su responsabilidad en esta crisis que trasciende las fronteras panameñas.
El presidente panameño también abordó la situación en Venezuela, señalándola como uno de los principales detonantes de la crisis migratoria regional. Mulino cuestionó la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro, vinculando la inestabilidad política venezolana con el éxodo masivo de sus ciudadanos.
Aprovechando la tribuna internacional, Mulino reiteró su rechazo a la inclusión de Panamá en listas discriminatorias, argumentando que el país ha implementado reformas significativas en su sistema financiero que no han sido debidamente reconocidas por la comunidad internacional.
Este llamado de atención de Mulino en la ONU busca posicionar la crisis migratoria del Darién como un tema de urgencia global, exigiendo una respuesta coordinada y solidaria de la comunidad internacional.