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A pocos días de las elecciones, varios líderes progresistas han advertido a Kamala Harris sobre el riesgo de perder apoyo dentro de su propia base política a menos que ajuste su enfoque hacia las preocupaciones económicas de la clase trabajadora. Críticos dentro de su partido consideran que la candidata ha priorizado atraer a republicanos moderados, como Liz Cheney y Mark Cuban, dejando a figuras progresistas como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez en un segundo plano.
Enfoque en la economía: una demanda clave
Líderes como Sanders instan a Harris a enfatizar las necesidades de la clase trabajadora. “Tiene que empezar a hablar más de las necesidades de la clase trabajadora”, comentó Sanders, quien ha apoyado la campaña en áreas rurales. A pesar de estar de acuerdo en advertir sobre el impacto de Trump, los progresistas quieren que la campaña de cierre aborde también las preocupaciones económicas de los votantes.
Adam Green, del Comité de Campaña de Cambio Progresista, elogió la inversión en publicidad centrada en precios de alimentos y Seguridad Social, pero criticó que el enfoque de eventos haya dejado en segundo plano la problemática económica. Joseph Geevarghese, de Our Revolution, advirtió que hasta un 10% de los progresistas podría optar por no votar o cambiar de preferencia.
La estrategia de Harris y la lucha por los indecisos
El equipo de Harris cree que el último tramo de campaña debe enfocarse en una coalición diversa, incluyendo republicanos descontentos y votantes universitarios. Según la campaña, el 10% de los votantes en estados clave aún está indeciso, de los cuales un 7% se considera “republicano de Cheney”, con inclinación a votar en contra de Trump. Harris tiene programado un discurso en Washington, donde se centrará en los riesgos de un segundo mandato de Trump, en una apelación directa a la defensa de la democracia.
Mientras tanto, Trump, cuya campaña se enfoca en la economía y el crimen, cerrará su mensaje el domingo en Nueva York con una crítica directa a la gestión económica de Harris.
¿Logrará Harris unificar a los votantes progresistas y moderados?
La situación plantea un desafío estratégico para Harris, quien deberá equilibrar su mensaje para ganar a los votantes indecisos sin perder a sus seguidores progresistas. La recta final de la campaña será crucial para definir si esta estrategia le permite consolidar el apoyo necesario en una base diversa y polarizada.
