Las elecciones presidenciales en Estados Unidos podrÃan tener un impacto significativo en la polÃtica hacia Irán y en la situación en Medio Oriente. En el contexto del conflicto entre Irán e Israel, muchos iranÃes ven una posible presidencia de Donald Trump como una oportunidad para un cambio decisivo en su paÃs. Trump, según la periodista Fariba Pajooh, es percibido en algunos sectores de Irán como alguien que podrÃa desafiar al sistema polÃtico de la República Islámica. Además, Trump ha manifestado una postura más agresiva hacia Irán, apoyando la opción de un ataque israelà contra las instalaciones nucleares iranÃes si fuera necesario para prevenir la creación de una bomba nuclear.
Por otro lado, si la candidata demócrata Kamala Harris ganara, la polÃtica de Estados Unidos podrÃa inclinarse hacia la negociación, con una posible reactivación de acuerdos nucleares similares al de la era Obama, que Harris ha apoyado en el pasado. En este escenario, la polÃtica estadounidense se centrarÃa en esfuerzos diplomáticos para contener a Irán, intentando evitar una guerra abierta y priorizando soluciones temporales de paz.
Con el aumento reciente de hostilidades entre Israel e Irán, la postura de Estados Unidos, según el experto Sina Azodi, podrÃa jugar un rol crucial. Israel, al atacar objetivos estratégicos en Irán, ha demostrado su poder militar y podrÃa presionar para obtener el respaldo estadounidense. No obstante, Estados Unidos podrÃa evitar involucrarse en una guerra justo antes de sus elecciones.
Los Acuerdos de Abraham también forman parte del debate. Trump mencionó recientemente su deseo de expandir estos acuerdos para incluir a Irán, lo que serÃa un cambio radical en la polÃtica regional. Si logra ganar las elecciones y convencer a Irán de unirse a estos acuerdos, podrÃa realinear la geopolÃtica de la región, haciendo de Estados Unidos e Irán aliados en un Medio Oriente pacificado, aunque esta posibilidad aún enfrenta muchas incertidumbres.
En definitiva, el resultado electoral influirá en el enfoque de Estados Unidos frente a Irán, con una probable administración de Trump alineada con una postura más agresiva y la administración de Harris inclinada hacia acuerdos diplomáticos. La situación está en constante desarrollo y, dependiendo de quién asuma el liderazgo en Estados Unidos, podrÃa ser el preludio de un nuevo equilibrio o de una escalada en el conflicto regional.