La Voz Noticias La Voz Noticias: Mantente al día con las últimas noticias de política, economía, deportes y más.
Related Articles
El presidente Donald Trump ha declarado una «emergencia energética» con el objetivo de aumentar la producción de petróleo y gas en Estados Unidos. Sin embargo, la industria petrolera podría moderar estas ambiciones debido a consideraciones económicas y de mercado.
Planes de Trump
- Busca incrementar la producción de hidrocarburos para llenar las reservas estratégicas y exportar energía.
- Decretó un estado de «emergencia energética» y eliminó restricciones a la perforación en varias zonas, incluyendo áreas protegidas de Alaska.
- Pretende reducir el costo de la energía para los consumidores estadounidenses.
Realidad del mercado
- EE.UU. ya es el principal productor de crudo del mundo, con una producción de 13,2 millones de barriles diarios en 2024.
- La Agencia de Información sobre Energía (EIA) prevé que la producción alcance 13,5 millones de barriles diarios en 2025, un nuevo récord.
Posición de la industria
Las empresas petroleras podrían resistirse a aumentar significativamente la producción por varias razones:
- Rentabilidad: Las compañías actuarán según su propio interés económico, extrayendo solo cuando sea rentable.
- Preocupación por sobreoferta: Existe inquietud por una posible oferta demasiado abundante que podría afectar los precios.
- Capacidad ociosa de la OPEP+: La alianza dispone de 5,8 millones de barriles diarios de capacidad no utilizada.
Impacto en los precios
Tras las declaraciones de Trump instando a Arabia Saudita y la OPEP a bajar los precios del petróleo, se observó una caída significativa:
- El Brent del mar del Norte perdió 0,90% a 78,29 dólares.
- El West Texas Intermediate cedió 1,09% a 74,62 dólares.
Perspectiva de la industria
La Independent Petroleum Association of America (IPAA) ha indicado que los recursos de Estados Unidos serán liberados de forma responsable, sugiriendo un enfoque más moderado que el propuesto por Trump.
En conclusión, aunque Trump busca impulsar agresivamente la producción de petróleo, la industria parece inclinarse por un enfoque más cauteloso, considerando factores de mercado y rentabilidad que podrían moderar las ambiciones presidenciales de expandir rápidamente la producción energética estadounidense.
