En una medida que amenaza con desencadenar una guerra comercial internacional, el presidente Donald Trump firmó una proclamación que establece aranceles «recíprocos» diseñados para igualar las tasas impositivas que otros países aplican a las importaciones estadounidenses.
«He decidido, por razones de equidad, que cobraré un arancel recíproco», declaró Trump durante la firma en la Oficina Oval, defendiendo la medida como «justa para todos».
Impacto económico y alcance de la medida
La iniciativa considera diversos factores para calcular los aranceles, incluyendo:
- Impuestos al valor agregado de otros países
- Subsidios industriales
- Regulaciones comerciales
- Posible subvaluación de monedas
Un alto funcionario de la Casa Blanca indicó que los ingresos por estos aranceles podrían ayudar a reducir el déficit presupuestario de 1,9 billones de dólares. Las revisiones necesarias para implementar los aranceles podrían completarse en cuestión de semanas o meses.
Tensiones comerciales en aumento
La medida se suma a una serie de acciones comerciales agresivas por parte de Trump:
- Un arancel adicional del 10% a importaciones chinas
- Aranceles pendientes contra Canadá y México
- Eliminación de exenciones en aranceles al acero y aluminio
- Posibles nuevos gravámenes a chips de computadora y medicamentos
El comercio de bienes entre Europa y Estados Unidos alcanzó casi 1,3 billones de dólares el año pasado, con Estados Unidos registrando un déficit comercial de 267.000 millones de dólares.
Riesgo de represalias
Los principales socios comerciales ya han preparado contramedidas:
- La UE, Canadá y México tienen listas respuestas económicas
- China ha implementado aranceles a productos estadounidenses
- Beijing ha iniciado una investigación antimonopolio contra Google
Preocupaciones económicas
Los analistas de Wells Fargo advierten sobre posibles consecuencias negativas:
- Desaceleración del crecimiento económico
- Aumento de presiones inflacionarias
- Erosión del poder adquisitivo de los consumidores
La inflación, que ya se mantiene en una tasa anual del 3%, podría aumentar debido a estos aranceles, presentando un riesgo político significativo para Trump, quien ganó las elecciones prometiendo abordar los problemas económicos.
El equipo de Trump defiende la medida argumentando que los beneficios de los recortes fiscales extendidos y la reducción de regulaciones compensarán cualquier impacto negativo. Sin embargo, existe preocupación sobre el timing de estas políticas y su efecto en la inversión y el empleo en medio de crecientes presiones inflacionarias.