En una noche de fútbol electrizante en el Estadio da Luz, el Benfica logró su clasificación a los octavos de final de la Champions League tras igualar 3-3 con el Mónaco en un partido que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos hasta el último minuto.
El encuentro comenzó con el Benfica tomando la delantera gracias a Kerem Aktürkoğlu, quien aprovechó una brillante asistencia de Vangelis Pavlidis para poner el 1-0. Sin embargo, el Mónaco respondió rápidamente con el empate de Takumi Minamino, quien capitalizó un gran trabajo individual de Breel Embolo.
La segunda mitad elevó aún más la intensidad del encuentro. El Mónaco dio vuelta el marcador con un golazo de Eliesse Ben Seghir, pero el Benfica encontró el empate desde el punto penal por intermedio de Pavlidis. El partido continuó su montaña rusa emocional cuando George Ilenikhena volvió a poner en ventaja a los visitantes, solo para que Orkun Kökçü igualara el marcador con una jugada memorable dentro del área.
En un final cardíaco, el VAR fue protagonista al anular un penal a favor del Benfica en los últimos minutos. A pesar de la tensión en los 10 minutos de tiempo adicional, el equipo portugués logró mantener el resultado que le permitió avanzar a la siguiente fase gracias a su ventaja en el global.
La ausencia del argentino Ángel Di María se hizo notar en el conjunto local, pero el equipo supo sobreponerse para alcanzar la clasificación en una noche que quedará grabada en la memoria de los aficionados presentes en el Estadio da Luz.
Este resultado se suma a la sorpresiva eliminación del Milan ante el Feyenoord en San Siro, en otra jornada que demostró por qué la Champions League es considerada la máxima competición de clubes del fútbol europeo.