Israel atravesó este jueves una jornada marcada por el dolor y la indignación tras la entrega de los primeros cuatro cadáveres de rehenes retenidos en Gaza desde el ataque del 7 de octubre. El primer ministro Benjamin Netanyahu expresó su furia contra Hamas y prometió hacer justicia.
«Estamos todos enfurecidos contra los monstruos de Hamas», declaró Netanyahu en un mensaje grabado, donde reafirmó su compromiso de recuperar a todos los rehenes y eliminar al grupo terrorista. «La voz de la sangre de nuestros seres queridos nos clama desde la tierra», agregó.
La entrega de los cuerpos fue precedida por un acto propagandístico de Hamas, que exhibió los féretros con pancartas acusando a Israel de las muertes por bombardeos. Los restos corresponden a la familia Bibas -Shiri, de 32 años, y sus hijos Ariel y Kfir, de 4 años y 9 meses- y a Oded Lifshitz, de 83 años.
Miles de israelíes se congregaron en puentes y carreteras, portando banderas amarillas -símbolo de los rehenes-, para acompañar el paso del convoy que trasladaba los féretros hacia el instituto forense Abu Kabir en Tel Aviv. «Toda la sociedad llora hoy», expresó Amir Blumenfeld, del Foro de las Familias de rehenes.
La familia de Oded Lifshitz confirmó su identificación a través de un comunicado: «Quinientos tres angustiosos días de incertidumbre han llegado a su fin». Se espera que en las próximas horas o días, dependiendo del estado de los cuerpos, se complete la identificación de los restos de la familia Bibas.
Esta entrega marca un doloroso contraste con las anteriores liberaciones de rehenes vivos durante el alto el fuego, cuando los cautivos eran recibidos entre abrazos por militares israelíes. Netanyahu concluyó su mensaje reiterando su determinación: «Traeremos de vuelta a todos nuestros rehenes, destruiremos a los asesinos y garantizaremos nuestro futuro».