Tres buques de guerra chinos realizaron ejercicios con fuego real en aguas internacionales entre Australia y Nueva Zelanda, una acción que ha generado preocupación en la región debido a la falta de aviso previo y la proximidad a rutas de vuelos comerciales.
China despliega su armada en el mar de Tasmania
El pasado viernes y sábado, los buques de la Armada China llevaron a cabo maniobras militares en el mar de Tasmania, un área estratégicamente ubicada entre Australia y Nueva Zelanda. Aunque China no ha violado ninguna ley internacional, las autoridades de ambos países han expresado su inquietud por la falta de aviso previo y la ubicación inusual de los ejercicios.
El gobierno australiano señaló que la flota china navegaba dentro de su zona económica exclusiva, aunque fuera de sus aguas territoriales. Sin embargo, lo que más alarmó a las autoridades fue que los buques ordenaron la desviación de vuelos comerciales debido a sus ejercicios con fuego real, con solo unas pocas horas de anticipación, cuando lo habitual sería un aviso con 12 a 24 horas de antelación.
Reacciones de Australia y Nueva Zelanda
Tanto el gobierno australiano como el neozelandés han señalado que, si bien China no violó el derecho internacional, debió comunicar sus actividades con más tiempo para evitar riesgos a la aviación civil.
La ministra de Defensa de Nueva Zelanda, Judith Collins, confirmó que su país está solicitando garantías a la embajada china sobre futuras maniobras en la región. Además, un barco de la armada neozelandesa que seguía los movimientos de los buques chinos detectó disparos con fuego real el sábado.
El incidente se produce en un momento en que Australia y China han intentado mejorar sus relaciones diplomáticas, tras un periodo de tensiones comerciales. Sin embargo, el episodio podría obligar a Australia a replantear su postura respecto a la influencia militar de China en la región.
La respuesta de China
El Ministerio de Defensa de China negó que no haya advertido sobre sus ejercicios. Su portavoz, Wu Qian, declaró que los buques emitieron repetidos avisos de seguridad con antelación y acusó a los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda de hacer acusaciones exageradas contra Beijing.
¿Por qué ahora?
Analistas sugieren que China busca reforzar su presencia militar en el Pacífico en respuesta al creciente acercamiento de Australia con aliados asiáticos como Japón, Filipinas y Vietnam, países que tienen disputas territoriales con Beijing.
Además, China ha buscado alianzas estratégicas con pequeñas naciones insulares del Pacífico Sur, lo que preocupa a Australia y Nueva Zelanda ante el temor de una expansión militar china en la región.
El exfuncionario de seguridad australiano, Michael Shoebridge, advierte que estos ejercicios son una señal de la creciente agresividad de China en el Pacífico y podrían cambiar la percepción de muchos países sobre la conveniencia de estrechar lazos militares con Beijing.
Conclusión
El episodio refuerza la preocupación de Australia y Nueva Zelanda sobre el papel de China como potencia militar en el Pacífico Sur. Aunque no hubo una violación legal, la falta de aviso suficiente y la proximidad a rutas aéreas comerciales refuerzan la percepción de que Beijing busca ampliar su influencia en la región, lo que podría escalar las tensiones geopolíticas en los próximos meses.