Los premios Oscar de este año se convirtieron en un altavoz mundial para una de las heridas más profundas de Latinoamérica: la desaparición forzada. Dos películas destacadas pusieron el foco en esta dramática realidad que ha marcado la historia reciente de países como México y Brasil.
Un problema que impacta a miles de familias
Las cifras son demoledoras. En México, 123.147 personas permanecen desaparecidas, una tragedia que tiene múltiples orígenes:
- Inicio del fenómeno entre 1960 y 1980
- Escalada con la guerra contra el narcotráfico en 2000
- Participación de grupos criminales y omisión de autoridades
Los Oscar como plataforma de visibilización
Dos películas captaron la atención internacional:
- «Ainda Estou Aqui» (Brasil)
- Ganadora del Oscar a Mejor Película Internacional
- Narra la historia de un excongresista desaparecido durante la dictadura militar
- «Emilia Pérez» (México)
- Nominada en 13 categorías
- Aborda la búsqueda de desaparecidos desde una perspectiva innovadora
La impunidad como denominador común
Un elemento central en ambas producciones es la falta de justicia. Según Naciones Unidas, apenas entre el 2% y 6% de los casos de desapariciones han sido judicializados.
Testimonios de esperanza
Indira Navarro, activista mexicana que busca a su hermano desaparecido, ve en los Oscar una oportunidad: «Esperamos que se sensibilice a la sociedad y se muestre lo que realmente estamos viviendo».
El caso Ayotzinapa: símbolo de la crisis
La desaparición de 43 estudiantes en 2014 se ha convertido en un emblema de la crisis de desaparecidos en México, un caso que tras una década sigue sin resolverse.
Conclusión: Los Oscar han abierto una ventana global para comprender el dolor de miles de familias latinoamericanas que buscan justicia y verdad.