El Gobierno de Panamá disipó hoy las dudas sobre la posible venta de Panama Ports Company al gigante estadounidense BlackRock, aclarando que esta transacción no tendrá impacto en la operación del Canal ni modificará las concesiones portuarias vigentes.
Durante su habitual conferencia de prensa semanal, el ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, fue enfático al señalar que la operación permanece en pausa hasta que concluya la auditoría actualmente en curso.
«Todos aspiramos a mejores beneficios para el país y es parte de lo que vamos a analizar en su momento», manifestó Orillac, quien subrayó que el presidente José Raúl Mulino ha establecido como condición prioritaria que cualquier acuerdo genere mayores ventajas económicas para Panamá.
Obstáculos legales pendientes
La transacción enfrenta además un proceso de inconstitucionalidad interpuesto por un abogado ante la Corte Suprema de Justicia, que sigue sin resolverse y representa otro factor clave antes de que pueda completarse la venta.
El Ministerio de la Presidencia insistió en la necesidad de examinar minuciosamente todos los detalles de esta operación comercial para garantizar la protección de los intereses nacionales, adoptando una postura de cautela ante un negocio que involucra a uno de los sectores estratégicos de la economía panameña.
Las autoridades confirmaron que mantendrán una supervisión constante del proceso mientras se completan los trámites legales y administrativos necesarios, reafirmando su compromiso con la transparencia en una operación de alto interés público.