El Vaticano informó este lunes que el Papa Francisco puede prescindir del oxígeno adicional durante «breves momentos», lo que representa un avance en su recuperación tras permanecer hospitalizado desde el 14 de febrero por problemas respiratorios.
«En algunos momentos, probablemente breves, el papa puede prescindir de la ayuda del oxígeno, como cuando se desplaza», señaló la oficina de prensa de la Santa Sede, confirmando que el estado de salud del pontífice se mantiene estable.
Este anuncio llega un día después de la publicación de la primera imagen del líder católico desde su hospitalización. En la fotografía, se observa al Papa sentado en silla de ruedas frente al altar de su capilla privada en el hospital Gemelli, sin la cánula nasal de alto flujo que habitualmente utiliza para respirar.
Un tratamiento que evoluciona positivamente
El pontífice argentino fue ingresado hace más de un mes por una bronquitis que evolucionó a una neumonía bilateral. Según el último parte médico difundido el sábado, aunque su salud se mantiene «estable» y muestra una «mejora gradual», los médicos consideran necesario que continúe su tratamiento hospitalario.
La Santa Sede informó que Francisco combina actualmente la fisioterapia respiratoria y motora con momentos de reposo, oración y trabajo. «La situación se mantiene estacionaria», precisó el comunicado.
Tras su crisis respiratoria del 3 de marzo, los médicos le administraban oxígeno con mascarilla durante la noche, cuyo uso comenzaron a reducir «progresivamente» a finales de la semana pasada para estimular la actividad pulmonar. También han disminuido la intensidad del flujo de oxígeno que recibe durante el día mediante cánula nasal.
La hospitalización más larga de su pontificado
A pesar de que el 10 de marzo su pronóstico dejó de ser reservado, los médicos aún no han establecido una fecha para el alta hospitalaria. La Santa Sede ha señalado que la recuperación será lenta.
Esta hospitalización, que ya alcanza los 32 días, es la más prolongada en los 12 años de pontificado de Francisco, generando inquietud sobre su continuidad al frente de la Iglesia Católica. Sin embargo, el Papa ha rechazado en múltiples ocasiones la posibilidad de renunciar como lo hizo su predecesor Benedicto XVI en 2013.
El líder espiritual de 1.400 millones de católicos no ha realizado apariciones públicas desde su ingreso hospitalario, manteniéndose alejado temporalmente de sus actividades habituales mientras avanza en su recuperación.