La semifinal de la Champions League entre el Arsenal y el Paris Saint-Germain (PSG) ha puesto en el punto de mira al portero italiano Gianluigi Donnarumma. A pesar de ser considerado por muchos como uno de los mejores guardametas del mundo, e incluso elogiado por su propio entrenador, Luis Enrique, Donnarumma muestra una notable debilidad en el juego aéreo que podría ser explotada por el Arsenal, un equipo especialmente fuerte en las jugadas a balón parado.
Donnarumma, de 26 años, ha demostrado ser un portero de reflejos excepcionales y agilidad, crucial en momentos decisivos como las tandas de penales. Sin embargo, su indecisión y reticencia a salir a cortar balones en los tiros de esquina y centros laterales son un problema recurrente que se remonta a la temporada anterior. Esta vulnerabilidad podría ser un factor determinante en la eliminatoria, considerando que el Arsenal es uno de los equipos más efectivos de Europa en este tipo de jugadas, gracias al trabajo del entrenador Nicolas Jover, especialista en situaciones de balón detenido.
A pesar de su estatura de 1,96 metros y su complexión robusta, Donnarumma no logra imponerse en el área cuando se lanzan centros precisos al punto de penalti. Esta situación genera incertidumbre en la defensa del PSG, creando una «tierra de nadie» entre el portero y sus defensores. Un ejemplo reciente de esta fragilidad se vio en la derrota del PSG ante el Niza en la Ligue 1, donde dos de los goles encajados fueron producto de centros al área.
Además de su problema en el juego aéreo, el pase de Donnarumma desde atrás también ha sido objeto de críticas. Sus errores en la distribución del balón han provocado situaciones de peligro en la liga francesa y en los partidos de la Liga de Campeones. Un claro ejemplo fue el fallo que cometió ante el Brest, cuando golpeó el balón directamente contra la cabeza de un delantero rival.
La vacilación de Donnarumma en los balones aéreos ya quedó expuesta en el partido de liga contra el Arsenal, donde fue superado por un centro que permitió a Kai Havertz marcar el primer gol. En la pasada edición de la Champions League, también cometió errores similares en los partidos contra el Barcelona y el Borussia Dortmund, comprometiendo a su equipo en momentos cruciales.
Más allá de la portería, otro aspecto clave del enfrentamiento será el duelo en las bandas. Los extremos del Arsenal, Gabriel Martinelli y Bukayo Saka, han demostrado ser capaces de desequilibrar a cualquier defensa, como lo hicieron ante el Real Madrid en los cuartos de final. Los laterales del PSG, Achraf Hakimi y Nuno Mendes, tendrán que estar atentos para evitar que los atacantes del Arsenal les ganen la espalda y generen peligro en el área.
En resumen, la fragilidad de Donnarumma en el juego aéreo y la potencia ofensiva del Arsenal en las bandas son dos factores que podrían marcar la diferencia en esta emocionante semifinal de la Champions League. El PSG deberá encontrar soluciones para proteger a su portero y limitar el impacto de los atacantes del Arsenal si quiere tener opciones de avanzar a la final.