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A pesar de una temporada calificada como «nefasta», el Manchester City busca redimirse y encontrar consuelo en la final de la Copa FA, donde se enfrentará al Crystal Palace en el emblemático estadio de Wembley. El partido, programado para el sábado, representa una oportunidad para el City de levantar un trofeo en una campaña que ha estado lejos de sus estándares habituales.
Tras ser destronado como campeón de la Premier League, el Manchester City, que ha dominado el fútbol inglés en la última década, aún aspira a cerrar la temporada con dos títulos, incluyendo el Mundial de Clubes. La final de la Copa FA se presenta como un bálsamo para un equipo que ha visto cómo su rendimiento se desmoronaba, especialmente en los últimos meses.
«Esta temporada ha sido dura», reconoció el delantero estrella Erling Haaland en una entrevista con la BBC. «No es agradable perder tantos partidos, es aburrido y no es divertido. Por eso necesitamos terminar bien y conseguir un trofeo». Haaland enfatizó la importancia de la final de la Copa FA como una oportunidad para salvar una temporada que, según sus palabras, ha sido «nefasta». «A pesar de todo, aún logramos llegar a esta final, y eso lo dice todo», añadió.
El rendimiento del Manchester City ha sido tan inconsistente que aún no ha asegurado su clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones, a falta de solo dos jornadas para el final de la temporada. Sin embargo, aún tienen la posibilidad de luchar por el segundo puesto en la tabla. Además, el equipo tiene en el horizonte el ampliado Mundial de Clubes, que se celebrará en Estados Unidos el próximo mes, como otra oportunidad para añadir un trofeo significativo a su palmarés.
A pesar de estas oportunidades, en el seno del club no hay un ambiente de celebración. El entrenador Pep Guardiola ha expresado que ni él ni sus jugadores merecen una bonificación, incluso si ganan el Mundial de Clubes, que otorgará un premio de 125 millones de dólares al campeón. Guardiola también sugirió que ningún trofeo podría redimir la campaña después del desplome de su equipo en la Premier League, donde quedaron a 18 puntos del campeón, el Liverpool.
El Manchester City se encuentra en su tercera final consecutiva de la Copa FA, lo que demuestra su consistencia en esta competición. Por otro lado, para el Crystal Palace, esta es solo la tercera final de la Copa FA en su historia. El equipo londinense perdió las dos anteriores contra el Manchester United, en 1990 y 2016. Por lo tanto, mientras que para el City la Copa sería un premio de consolación, para el Palace representaría un hito histórico: el primer gran trofeo en la historia del club.
«Todos necesitamos ganar esta final», afirmó el delantero del Crystal Palace, Ismaila Sarr. «Estoy trabajando duro todos los días. Sé que no es fácil, pero en mi mente vamos a ganar esta final. Sí, el Palace nunca ha ganado esta copa, pero tal vez esta sea la primera vez».
Los equipos se enfrentaron por última vez hace un mes, en un partido en el que el Crystal Palace llegó a estar arriba 2-0 antes de caer derrotado 5-2 ante el City. Su encuentro anterior, en diciembre, terminó en un empate 2-2. El mediocampista del Manchester City, Mateo Kovacic, advirtió sobre el peligro que representa el Crystal Palace. «Son un equipo que puede causar problemas, así que tenemos que estar preparados y centrarnos en nosotros mismos», dijo Kovacic. «En este club, damos el éxito por sentado porque hemos estado en la cima durante tantos años de manera consistente. Esta temporada, aunque no ha sido buena, podemos terminarla de manera positiva, lo que podría darnos un gran impulso para el Mundial de Clubes».
