El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha iniciado su gira por Nueva York con una firme postura contra las listas fiscales discriminatorias que afectan al país. En un conversatorio con el Consejo de las Américas, una influyente organización empresarial estadounidense, Mulino anunció medidas contundentes para defender la reputación financiera de Panamá.
Mulino declaró que Panamá no encaja en la definición de «paraíso fiscal» y criticó duramente las listas que catalogan al país como tal. Señaló que estas clasificaciones han tenido un impacto devastador en el sistema financiero panameño, limitando severamente las operaciones bancarias debido a las excesivas exigencias de cumplimiento.
En una medida sin precedentes, el presidente anunció que los países que mantengan a Panamá en estas listas discriminatorias serán excluidos de hacer negocios con el país. «Ninguna licitación, ningún contrato, ninguna asesoría de ningún tipo», afirmó Mulino, subrayando la seriedad de esta decisión.
El mandatario identificó a algunos países de la Unión Europea como los principales opositores a la salida de Panamá de estas listas, sugiriendo un trasfondo político en estas clasificaciones.
A pesar de los desafíos financieros que enfrenta su administración, Mulino reiteró su compromiso con la inversión pública, especialmente en proyectos clave que están en proceso de finalización o rescate.
Esta postura firme marca el inicio de una campaña internacional para defender la integridad financiera de Panamá y desafiar las percepciones negativas en la comunidad global.