El expresidente uruguayo José Mujica tuvo un día marcado por importantes homenajes en su residencia rural. En la mañana, recibió al presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien le otorgó la Orden de Boyacá, destacando su legado como defensor de la justicia social.
Más tarde, llegó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien, con gran emotividad, le impuso el Gran Collar de la Orden Nacional de Cruzeiro do Sul.
Mujica, fiel a su estilo sencillo, aceptó ambos reconocimientos con humildad. En tono jocoso, tras recibir el collar dorado, comentó: “Sacáme esto”, mientras se dejaba caer en una silla frente a su casa, recordando que su mayor satisfacción es servir al pueblo.
La visita de Lula también tuvo un matiz político. Aunque el brasileño no ha confirmado su candidatura para 2026, Mujica dejó entrever su deseo de que busque un nuevo mandato.
“Lula es un amigo de muchos años y uno de los mejores líderes que ha visto este continente”, expresó el exmandatario, reafirmando su apoyo al actual presidente de Brasil.