La primera fase del alto el fuego durará 42 días y permitirá el intercambio gradual de cautivos entre ambas partes
Un histórico acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás entrará en vigor este domingo a las 8:30 a.m. hora local, marcando una pausa significativa en el conflicto más mortífero de la región. Sin embargo, la tensión persiste mientras Israel espera recibir la lista de rehenes que serán liberados, condición que Netanyahu ha establecido como crucial para proceder con la tregua.
El plan de intercambio contempla la liberación de 33 rehenes en Gaza durante las próximas seis semanas, a cambio de 737 prisioneros palestinos retenidos por Israel. El proceso comenzará con la liberación de tres rehenes mujeres el primer día, seguido de cuatro más en la primera semana, y los 26 restantes en las siguientes cinco semanas.
«Lo primero que haré es ir a revisar mi casa», expresó Mohamed Mahdi, padre desplazado de la Ciudad de Gaza, reflejando la esperanza de miles de palestinos que aguardan poder regresar a sus hogares tras meses de desplazamiento forzado.
La ayuda humanitaria también se intensificará durante la tregua. Egipto anunció que el cruce de Rafah comenzará a operar «pronto», permitiendo la entrada diaria de 600 camiones con ayuda, incluyendo 50 con combustible. Sin embargo, todos los vehículos estarán sujetos a inspecciones israelíes.
El acuerdo establece que las tropas israelíes se retirarán a una zona de seguridad de aproximadamente un kilómetro dentro de Gaza, permitiendo el retorno de muchos desplazados a áreas previamente inaccesibles. No obstante, el corredor de Netzarim permanecerá cerrado durante los primeros siete días del alto el fuego.
La violencia continuó hasta las últimas horas antes de la tregua, con 23 palestinos fallecidos en las últimas 24 horas según el Ministerio de Salud de Gaza. Mientras tanto, Israel interceptó proyectiles lanzados desde Yemen, evidenciando la dimensión regional del conflicto.
Esta pausa representa el primer respiro significativo desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dejó aproximadamente 1,200 israelíes muertos y 250 secuestrados. La respuesta militar israelí ha causado más de 46,000 víctimas palestinas, según funcionarios locales de salud.