El grupo miliciano Hamás rechazó la reciente advertencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistiendo en que la liberación de los rehenes israelíes restantes solo se producirá a cambio de un alto el fuego duradero en la Franja de Gaza.
Hamás acusó a Trump y al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de intentar socavar el acuerdo de alto el fuego alcanzado en enero. Este acuerdo contempla negociaciones para una segunda fase de la tregua, en la que se liberarían rehenes a cambio de un mayor número de prisioneros palestinos, un alto el fuego permanente y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza.
«El mejor camino para liberar a los rehenes israelíes restantes es a través de negociaciones sobre esa fase», declaró el portavoz de Hamás, Abdel-Latif al-Qanoua, refiriéndose a la etapa de negociaciones que debió comenzar a principios de febrero. Hasta el momento, solo se han llevado a cabo conversaciones preparatorias limitadas.
La respuesta de Hamás se produce después de que Trump emitiera lo que calificó como una «última advertencia» al grupo tras reunirse con ocho ex rehenes. La Casa Blanca confirmó haber mantenido contactos directos con Hamás, un grupo considerado terrorista por Israel y varios países occidentales, un hecho sin precedentes.
«Liberen a todos los rehenes ahora, no después, y devuelvan inmediatamente todos los cuerpos de las personas que asesinaron, o se acabó para ustedes», escribió Trump en su plataforma Truth Social, añadiendo calificativos como «enfermos y retorcidos».
Cabe destacar que tanto Israel como Hamás han retenido históricamente los restos de sus adversarios para utilizarlos en intercambios de rehenes y prisioneros.
La postura de Hamás plantea un desafío directo a la administración Trump y complica aún más las perspectivas de una resolución pacífica del conflicto. El futuro de las negociaciones y la liberación de los rehenes penden ahora de un hilo.