En un paso histórico hacia la integración energética regional, Colombia y Panamá han alcanzado un acuerdo regulatorio que permitirá, por primera vez, el intercambio binacional de energía eléctrica. Este avance, liderado por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) de Colombia y la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep) de Panamá, marca el inicio de una nueva era para el sector energético en América Latina.
Un acuerdo estratégico para la integración energética
La reunión clave tuvo lugar en Bogotá, donde delegaciones de alto nivel de ambos países consolidaron los aspectos fundamentales del acuerdo. Según Antonio Jiménez Rivera, director ejecutivo de la Creg, durante el diálogo se abordaron temas cruciales como las transacciones de energía a corto y largo plazo, transacciones en firme, disposiciones operativas generales y la creación de un comité bilateral de reguladores para la interconexión.
El acuerdo no solo se centra en lo técnico. También establece reglas claras para la participación de agentes de ambos países en los mercados regionales, mecanismos de resolución de controversias y pautas para el acceso, uso y difusión de la información. Todo esto bajo principios de transparencia, seguridad y eficiencia operativa.
Beneficios económicos y energéticos para Colombia y Panamá
Para Colombia, este acuerdo representa una oportunidad estratégica para ampliar su mercado energético. La exportación de excedentes eléctricos, especialmente de fuentes renovables e hidroeléctricas, podría generar ingresos adicionales e incentivar inversiones en infraestructura, impulsando el crecimiento del sector y la generación de empleo.
En el caso de Panamá, la interconexión permitirá diversificar su matriz energética, acceder a energía más competitiva y reducir la dependencia de combustibles fósiles o importaciones costosas. Esto contribuirá a la estabilidad de las tarifas y aliviará presiones sobre las finanzas públicas.
Implicaciones regionales: hacia un mercado energético latinoamericano
A nivel latinoamericano, el acuerdo fortalece los procesos de integración energética, promoviendo mayor seguridad en el suministro y un mejor aprovechamiento de los recursos. Además, la existencia de reglas claras y mecanismos de transparencia genera confianza en el sector privado, abriendo la puerta a futuros acuerdos bilaterales o multilaterales en la región.
La interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá, un proyecto de largo aliento, se consolida como un paso decisivo hacia un mercado energético regional más sólido, resiliente y eficiente, con beneficios directos para consumidores, empresas y gobiernos.
Próximos pasos y perspectivas
El texto final del acuerdo debe ser avalado formalmente en una sesión de la Creg antes de su entrada en vigencia. Una vez superados los procesos legales y técnicos, se espera que la cooperación energética entre Colombia y Panamá sirva de modelo para futuras iniciativas de integración en América Latina.