La economía mundial enfrenta una etapa crítica de bajo crecimiento y alto endeudamiento, según la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Durante las reuniones de otoño del FMI y el Banco Mundial, Georgieva advirtió sobre la posibilidad de que el mundo quede atrapado en una «rutina de crecimiento lento» si no se toman medidas para abordar las tensiones geopolíticas, los conflictos y los altos niveles de deuda pública.
El riesgo de estancamiento económico
Georgieva expresó su preocupación de que el crecimiento económico global, proyectado en un 3.2% para este año, sea insuficiente para impulsar un desarrollo robusto. El FMI destaca que la desaceleración del comercio mundial y las crecientes tensiones entre las dos principales economías, Estados Unidos y China, están fragmentando la economía global, debilitando uno de los motores clave del crecimiento económico.
“El comercio ya no es un motor poderoso de crecimiento”, afirmó Georgieva. Esta situación se ve agravada por el alto endeudamiento, ya que se espera que las deudas gubernamentales a nivel mundial superen los 100 billones de dólares este año, alcanzando un 93% de la producción económica global. De no tomarse medidas, esa proporción podría aumentar al 100% para 2030, lo que implicaría menores ingresos y menos empleos a nivel mundial.
Avances en la lucha contra la inflación
A pesar de este panorama desafiante, Georgieva reconoció que se han logrado avances significativos en la lucha contra la inflación, la cual se disparó tras la pandemia de COVID-19. Las políticas de tasas de interés más altas implementadas por la Reserva Federal de EE. UU. y otros bancos centrales, junto con la normalización de las cadenas de suministro, han contribuido a aliviar las presiones inflacionarias sin precipitar al mundo en una recesión. El FMI proyecta que la inflación en los países ricos se reducirá al 2% el próximo año, acercándose al objetivo establecido por los bancos centrales.
Sin embargo, a pesar de estas señales positivas, muchos ciudadanos todavía enfrentan dificultades económicas y sienten incertidumbre respecto al futuro, a pesar de que sus países muestran estabilidad económica.
China, en el foco de las reformas
Georgieva también hizo un llamado al gobierno chino para que adopte reformas que puedan revitalizar su economía, que ha mostrado signos de desaceleración. El FMI pronostica que el crecimiento de China será de un 4.8% este año, una disminución en comparación con el 5.2% proyectado para 2023. Se espera que el crecimiento se desacelere aún más en los próximos años, cayendo a 4.5% en 2025.
La directora del FMI instó a China a reducir su dependencia de las exportaciones y a promover el gasto de los consumidores como un motor de crecimiento más estable. Además, destacó la importancia de tomar medidas decisivas para enfrentar el colapso del mercado inmobiliario chino, lo que podría restaurar la confianza de los consumidores y estimular la economía. Si no se actúa, advirtió, el crecimiento potencial de China podría caer por debajo del 4%.
Conclusión
El mundo enfrenta grandes desafíos económicos, y la advertencia del FMI pone de relieve la necesidad urgente de implementar políticas que promuevan un crecimiento sostenible y reduzcan los altos niveles de deuda. Al mismo tiempo, países como China deberán realizar reformas internas para evitar un estancamiento prolongado. Aunque hay razones para el optimismo, como el avance en la lucha contra la inflación, el camino hacia una economía global más próspera aún está lleno de obstáculos.